Decía David Hume que las afirmaciones extraodinarias necesitan pruebas extraodinarias, una regla de oro en cualquier reportaje periodístico, especialmente si se trata de desvelar manipulaciones oficiales. Pero si Hume conociese Internet y la campaña conspirativa orquestada en torno al 11-S (y más tarde, a menor escala, con el 11M) renegaría de aquel honesto principio. Porque si algo han demostrado la tropa de majaderos conspiranoicos es que una mentira adornada de épica, falsedades y anzuelos verosímiles puede calar en la sociedad, incluso en las personas más ilustradas

A continuación desgrano una lista de leyendas urbanas sobre el 11 de Septiembre, una antología del disparate en toda regla que es muy frecuente en la literatura conspiracionista:

  • Nostradamus predijo el ataque contra las Torres Gemelas.
  • El atentado también estaba claramente esquematizado en los billetes de 20 dólares
  • 4.000 judíos no acudieron a trabajar el 11-S al WTC, advertidos por el Mossad (En el documental “11 septembre n’a pas eu lieu…”, entrevistan a la fuente de este rumor: Mohamad Makri, periodista de de Al manar –la televisión de hezbolá- que confiesa a cámara que era un rumor del que nunca tuvo ninguna prueba.)
  • Un turista se fotografió justo antes del impacto de un avión
  • Bill Gates también estaba informado de la conspiración judía. Abre el Word y escribe en fuente Wingdings la palabra NYC. Prueba luego con Q33NY y obtendrás una secuencia reveladora. Que qué es Q33NY? Pues nada relacionado con el 11-S, pero hay que aprovecharlo todo. En cualquier caso, esta fuente data de 1990, con lo cual deducimos que Bill Gates conocía el plan del 11-S justo 11 años antes, ¿casualidad? ¡Ja!
  • En cuanto tuvieron noticia de que el atentado (o la operación militar, claro) se realizó con éxito, los israelíes se lanzaron a las calles de Gaza lanzando bombones a los palestinos, para así grabar imágenes de celebración entre ellos.
  • Satanás hizo un hueco en su agenda y se marcó un cameo en el atentado.
  • No hay fotografías que demuestren que un avión se estrelló contra el Pentágono.
  • Más leyendas urbanas  

 Satanás también se manifestó el 11-s

¿Pero cómo empezó esta locura?

Volviendo al principio, a Hume se le daba bien la filosofía, o eso dicen, pero lo cierto es que el panfleto juega con otras normas que van mucho más allá de la prueba pura y dura. La sugestión al lector, la simulación reflexiva y el cebo de la verosimilitud son señuelos que atrapan el interés de un lector generalmente acrítico y reticente a la farragosa precisión científica.

Al parecer, todo empezó con el juego de los 7 errores, una página web del periodista francés Thierry Meyssan, que mostraba siete imágenes, bajo las cuales se planteaban preguntas relativas al atentado contra el Pentágono en las que se cuestionaba la versión oficial. Lo lógico hubiera sido que un ingeniero o un experto científico las respondiese, pero Meyssan fue astuto y las dejó abiertas a la imaginación del público.

Convertir hasta al lector más panoli en un experto en aeronáutica era fácil y resultón. Tanto que el sitio web registró 85.000 visitas diarias y abrió las puertas de la fama al director de la conspiranoica Red Voltaire. Así pues, Meyssan trató de rentabilizar su teoría. En 2002 sacó un libro titulado “La gran impostura. Ningún avión se estrelló contra el Pentágono”, que compila toda la literatura conspiracionista hasta la fecha. El fundamento argumental era el mismo que en el juego de los 7 errores: la hermenéutica del píxel, la sugestión al lector y un surtido arsenal de mentiras, confusiones y manipulaciones.

En 10 días, Meyssan vendió 2.500 ejemplares en Francia. Poco después cerró contratos con editoriales en el extranjero para publicar el libro, curiosamente entre sus editores se encuentra un declarado filonazi llamado Pierre Krebs, que en España presta apoyo al movimiento social republicano , lo cual no deja de ser curioso si tenemos en cuenta que Meyssan se sitúa en la extrema izquierda.

Como una gangrena

Meyssan conoce el éxito en medio mundo, incluso vende libros como churros en España, pero no fue el único que hizo caja con la mentira. Otros autores como Mathias Bröckers, Andreas von Bülow o nuestro inefable Bruno Cardeñosa (majadero donde los haya) explotaron la vía de la ficción a través de ensayos a cada cual más disparatados. Sin embargo, muchos de los datos que comparten tienen un origen dudoso. A la teoría del complot del Mossad, inventada a partir de un rumor difundido por un portavoz periodístico de Hezbolá - hay que agregar otras supuesas pruebas que visten bien la conspiración. Y visten bien porque se publicaron en noticias por medios nada sospechosos como la BBC, NYTimes, etc.

Un ejemplo: el caso de Said al Ghamdi, uno de los terroristas que murió en el atentado. El 23 de septiembre el FBI dio a conocer el nombre y el rostro de este terrorista, que milagrosamente apareció vivo y revivo y hasta concedió una entrevista en Egipto. Meyssan y Brockers toman este caso como una prueba definitiva de que los terroristas siguen vivos, lo que no dan a conocer a sus lectores es que se trataba de una confusión de identidades entre dos personas que se llamaban igual.

 

Y al margen de todo esto quedan las grandes preguntas que por sí solas anulan las fantasías conspiratorias, ¿qué pasa con el ADN que confirmó la identidad de cada una de las víctimas y de los verdugos? ¿qué pasa con las cajas negras de los aviones? ¿Si lo que se estrelló contra el Pentágono fue un misíl dónde está el avión y como llegaron sus restos hasta el Pentágono? 

Links:

  • Análisis del impacto en el Pentágono (PDF)
  • Paul Bautin ofrece respuestas científicas a la tropa conspiranoica
  • Los ingenieros hacen lo propio
  • Algunos incluso reconstruyeron el vuelo del Boeing en un video
  • Respuestas a las burradas de Meyssan
  • Esta Web responde racionalmente hasta las acusaciones más estrambóticas
  • Arcadi Espada se leyó las mamarrachadas de Meyssan pero también otras obras que las refutan
  • En Catobeplas, José Antonio Cabo también publicó un buen artículo
  • Incluso algún moderado islámico clama al cielo contra los conspiranoicos
  • Popular Mechanics dedica una sección especial al tema

 

Mucho material y muy bueno el que hay disperso por la red, ¿suficiente para frenar los pies a la mitología popular y aplacar el delirio de ciertos autores? Imposible, si algo nos han demostrado estos chicos es que su propensión al disparate no conoce límites. Son incorregibles.

PD: Vía InnerPendejo damos con una nueva recreación en 3d sobre el vuelo del Boeing 757 estrellado contra el Pentágono. También es interesante este video que muestra el efecto del choque de un avión contra una pared reforzada.

 

 

En los 90, Mortadelo y Filemón ya estaban al tanto del complot del futuro presidente Bush.